La motivación de un soldado


¿Porque arriesgar tu vida y tomar tantos sacrificios? ¿Para qué? ¿Para un país ingrato y un gobierno al cual no le importa?

Estas son preguntas que se refieren a la decisión de ser soldado. Preguntas que he escuchado, no muy frecuentemente, porque son extremamente personales e intimas, pero, si las he escuchada.

En mi caso, la persona que tuvo la facultad y el amor para cuestionarme las decisiones de mi vida fue mi madre.

Supongo que también otros queridos han tenido esta duda, esta curiosidad, pero la que me cuestionó la razones tras de una vida tan extrema y arriesgada estuvo la persona que me donó esa misma vida.

Otros familiares cercanos, como mi esposa y mi padre nunca me han puesto este interrogante, simplemente porque ellos han tenido un entendimiento diferente, profundo, sobre lo que significaba para mí, mi profesión.
Mi padre, siempre tuvo un conocimiento bastante concreto de las fuerzas armadas, y, además, el mismo, tuvo una profesión activa (no militar), arriesgada e intensa por casi toda su existencia, así que el entendimiento para el fue relativamente sencillo..
Mi esposa, por estarme cerca en todos momentos, y tener la percepción de cuanto mi pasión me ha animado y entusiasmado en los años, creo que sea la persona que mas pudo identificar el significado profundo de la profesión del soldado, y en particular del operador de fuerza especial, que, como he contado en “la despedida”, es la máxima expresión de satisfacciones igual que de sacrificios.

Para mi madre, me imagino, que la situación ha sido muy diferente. En primero lugar, por su carácter, y segundo, la naturaleza de ser mama la pone a identificar casi solamente lo que son los aspectos peligrosos, duros, y desventajosos, de pronto es posible que sea una forma de protección hacia su prole.
Además, cada vez que me iba por meses en algún lugar lejano, haciendo cosa afuera del ordinario, ella, mas que todo por autodefensa, prefería no saber ni entender que era lo que se hacía, por ejemplo, en una acción directa en Afganistán.

Entonces, por mas de una década, mi madre, hizo el enorme esfuerzo de aceptar, para su hijo, una profesión que nunca entendió completamente.

Ahora, que ese periodo ya se cerró, no le pesa conocer episodios y situaciones que me tocaron enfrentar en el trascurso de mi carrera (como la operación contada en el artículo Estrés Postraumático).

Me gustaría, poderle explicarle lo que esa vida significó para mí.

Es posible, que haya personas, hombre y mujeres, que hagan el soldado por vocación, por honor a su patria, a la bandera y otros simbolismos profundo y nobles.
Es probable, en Italia por lo menos, que haya militares que decidan entrar a una fuerza armada, porque buscan un trabajo fijo, y de pronto poder ganar algún extra participando en una misión al exterior.

Personalmente, siempre he sostenido que esta profesión no se puede hacer por dinero.
Primero porqué el sueldo de un militar, también sea paracaidista o hasta fuerzas especiales, con todos sus extras, no es un sueldo que permita enriquecerse. Segundo, no hay plata que valga la vida de una persona.

Entonces, ¿qué es lo que me empujó por tanto tiempo?
En mi caso, muy sencillamente, es la conciencia de saber que estaba haciendo algo de extremamente peculiar, actividades, operaciones, experiencias que poquísimas personas en el mundo pueden alcanzar a vivir o tampoco imaginarse.
Por cierto, esta conciencia era puramente intima, tanto que la mayoría de las personas con las cuales yo entraba en contacto desconocía cual era mi trabajo.
Por lo tanto, no era la presunción o el protagonismo de gritarle al mundo cuantos tiroteos me tocaron sostener en la ultima misión, o cuantos terroristas pudimos capturar o eliminar.

Era algo que llenaba mi existencia, que me hacia sentir orgulloso y satisfecho de mi mismo.

Solamente hora estoy haciendo publico lo que yo estuve, y tampoco en este momento lo estoy haciendo por vanidad, solamente porque me ayuda a metabolizar y pacificar mi vida.

Lo que personalmente me pasó, en el trascurso del tiempo, fue sufrir por la razones políticas y económicas, que quedan atrás de las operaciones y de todo el ser Fuerzas Especiales.

Que un soldado sea un dispositivo de un país, y de su gobierno, es parte intrínseca de su ser.
Igualmente, siempre se supo que las misiones en países como Afganistán o Iraq, no se desarrollaban por la paz y la democracia, si no por recursos económicos o intereses internacionales.

Para mí, después de un tiempo, el equilibrio, entre mi motivación a la profesión y las verdaderas razones atrás de las operaciones, empezó a deteriorase.

Así llegue a la decisión de cambiar, cerrar un capitulo y empezar a escribir uno completamente nuevo, de pronto hasta un libro inédito.

Caída Libre - HALO/HAHO

PARACAIDISMO - CAÍDA LIBRE - HALO/HAHO

Una de las actividades, por la cual, todas las fuerzas especiales del mundo son reconocidas, son los saltos en paracaídas, con técnica de caída libre, de alta cuota.

Según la normativa militar de OTAN – NATO (y de la mayoría de los países que utilicen esta técnica), cualquier actividad aérea (sin presurización del velívolo) más alta de los 10.000 ft (circa 3000 m) necesita, obligatoriamente, el empleo de oxígeno.

Quiere decir, que, durante un salto con paracaídas de alta cuota, además de todo el equipo estándar para operar y cumplir la misión en el suelo (armas, municiones, comunicación, protección balística, equipos varios, etc…) el paracaídas (entre 20 y 30 kg, dependientemente del modelo), el operador tiene que cargarse también una botella metálica de oxígeno, con su regulador, tubo y mascara.

Además de esto hay que considerar dos factores determinantes: la temperatura y el tiempo.

Si el salto es de tipo HALO (High Altitude Low Overture), ósea, alta cuota y baja abertura (del paracaídas) el tiempo de permanencia en aire, con exposición a temperaturas extremas (sin dificultades en un salto 18-20 mil ft se alcanzan los -40°C) es relativamente corto.
Las consideraciones cambian si el salto es de tipo HAHO (High Altitude High Overture), alta cuota y alta abertura. Esta es la tipología que presenta mas problemáticas, debidas al tiempo de permanencia a bajas temperaturas, sin embargo, es el salto que permite a un equipo, bien entrenado, de desplazarse por muchos kilómetros y llegar en el área objetivo, sin riesgo que el enemigo o los civiles puedan individuar el aeromóvil, que volará a la misma cuota de los aviones civiles, y bien lejos.

El salto que les voy a presentar en el video de mi canal YouTube es un salto de entrenamiento que hice durante el curso de habilitación alta cuota y procedimientos a oxígeno.
Realmente, lo que cambia entre este salto y un salto de una cuota inferior es simplemente el hecho de llevar cargada la botella de oxigeno y la mascara a media cara puesta, y, obviamente, el tiempo de caída.

¡Buena visión y suscríbanse al canal YouTube para ver más video!



Caída libre - Paracaidismo

Quiero compartir un vídeo de un salto en paracaídas en caída libre, de hace algunos años, hecho en Italia.

No lo quiero mostrar porqué tenga algo de técnico o táctico de relevancia, esta vez lo quiero hacer solo por el panorama.

Buena visión y sigan también mi canal YouTube!


Estrés Postraumático


En ingles tiene un acrónimo, PTSD, Post Traumatic Stress Disorder, quiere decir “desorden de estrés postraumático".

Ósea, una descompensación del comportamiento, de los pensamientos y sentimientos, que una persona puede sufrir, después de un trauma.

No estamos hablando de un trauma físico y visible, o por cierto no es este el principal factor causante.
Generalmente lo que alimenta esta forma de distrés es el vivir en primera persona situaciones, accidentes, avenimientos a fuera del ordinario, los cuales afectan a las personas involucradas, y cada uno reacciona en manera diferente.

En internet se pueden encontrar montones de páginas, estudios y estadísticas sobre este tema.
En los años recientes, las fuerzas armadas occidentales han sido tocadas por este tema de una forma extremamente intensa, debido a las cantidades de operaciones ejecutada en el mundo.

¿Entonces es una enfermedad nueva?
¡Absolutamente no! Hay escrituras de los antiguos romanos y después, de la época del medioevo, en las cuales se cuenta como los soldados y caballeros, después de vivir la violencia y la brutalidad de una batalla, quedaban traumatizados.

Dificultades en el dormir, pesadillas, resentimientos, dificultad en socializar y en hablar…
Situaciones, que, se no superada, pueden llevar al aislamiento del resto del mundo, depresión, actitud violenta, y como extremo, hasta al suicidio.

Creo que se pueda afirmar, que desde que el ser humano inventó la guerra, el estrés post traumático nació con ella.

¿Cuál es la cura?
Como explico en la página de presentación de este diario, no tengo la presunción de decir soluciones a problemas, y menos me atrevería sobre este tema, tan complejo y articulado, lo cual no involucra solamente la psicología, si no, también la sociología y la psiquiatría.
Lo que puedo hacer, y quiero hacer, es compartirle mi experiencia personal.

Sobre el estrés postraumático he aprendido por experiencia directa e indirecta que no hay preparación, entrenamiento, “mindset”, que te pueda preparar para afrontar situaciones inesperadas.
Este distrés puede afectar hombres o mujeres, reclutas u operadores de fuerzas especial navegados, jóvenes que acaban de salir del colegio o personas maduras cerca al retirarse… no hay un blanco específico para esta patología.

Cuando, poco más grande de vente años, decidí de empezar mi aventura, tenía una visión bien realística de cuales podían ser los riesgos de esta profesión, sobre todo gracias a mi padre y al dialogo que tenia, y tengo con el.
Siempre estuve consciente que la muerte era una posibilidad concreta, igual que un trauma físico grave, como quedar paralizado, amputaciones u otras deficiencias físicas permanentes.
A un factor, pero no podía estar preparado: como mi mente pudiera reaccionar a una situación extrema.
Durante la preparación y el entrenamiento, el objetivo es estimular el cuerpo y la mente del futuro operador a situaciones afuera del ordinario, y la verdad muchos entrenamientos lograron este objetivo, pero uno nunca puede saber cuál será su reacción, por ejemplo, en un tiroteo, o a verse herido o ha recuperar un compañero herido o muerto.
Uno nunca lo sabe hasta que le pase, y también cuando le pasa, no es cierto que la reacción sea inmediata.

Personalmente a mi primer tiroteo reaccioné como se espera de un operador. Hice simplemente lo mío, con calma y control, respondí al fuego en forma eficaz, comuniqué al jefe de mi equipo la situación y al termino revisé mis armas y equipo, para asegurarme que todo estuviera operativo y no se había perdido nada.
Esto es lo que me pasó durante mi primera misión en Afganistán. No porque yo se o era mas bueno de otros, simplemente porqué dos años de formación estuvieron eficaces. La reacción que tuve, puedo asegurar, es la misma reacción que la mayoría de los compañeros del “nono” tuvieron, en diferente lugares y épocas.
A pesar de mi relativamente joven edad, y que fuera mi primera experiencia como operador, este evento no me afectó particularmente.

La circunstancia en la cual, si, sufrí profundamente, me pasó a tardar poco más de un año.
Había recién terminado, con excelente éxito, el curso de paramédico militar en EE. UU. (curso que marcó mi carrera como no podía imaginarme), mi esposa estaba en embarazo al octavo mes, mi destacamento, por una serie de cambios de personal maduro, no tenia un medic entre los operadores. Después de consultarme con ella, decidí que la cosa justa era arrancar con mi equipo por mi segundo turno en Afganistán, con la promesa de mi comandante de compañía de regresar por una licencia corta al término de la gravidez.

Así fue. Arranqué, y más o menos, en el primer periodo del turno, todo pasó tranquilamente. Pude regresar a mi casa, y, afortunadamente, ver nacer a mi hija. Después de 12 días con ellas, volví donde mis compañeros, a la vida operativa.
En ese escenario las cosas mudaron. No era solo que mi familia me hacia falta, si no que me sentía de faltarle a ellas, de no ser el padre y el marido que se supone un buen hombre tenga que ser. En ese momento, pero, las actividades eran muy frenéticas, que de verdad no se decir si este pensamiento estuvo racional o algo de profundo e inconsciente, de pronto lo racionalicé después de mi regreso.

En el segundo periodo de la misión, los avenimientos se intensificaron.
Una noche recibimos un ataque de cohetes y morteros en la base. A pesar de vivir en carpas, no sufrimos ningún daños ni heridos. La sensación era irreal. No había absolutamente nada que uno pudiera hacer para responder a esta amenaza. En un tiroteo, casi siempre hay algunas maniobras tácticas, por cuanto desesperadas, que uno pueda ejecutar, pero, en tu propia base, donde solo había reparos colectivos en concreto desmoronado como defensa, lo único que se podía hacer era esperar que los ataques terminaran.

Pasaron los días, hasta a llegar casi al término del turno, cuando nos ordenaron una acción directa (la primera de mi carrera), para capturar a un jefe talibán de una zona lejos 30 km.
La misión era compleja, porque había que atacar infraestructuras múltiples, pertinentes al mismo objetivo.
Después de una larga preparación se procedió a la ejecución.
Dos destacamentos de fuerza especial tenían que entrar en dos casas, mientras tanto un pelotón de Rangers Italianos protegían el externo.
La misión era complicada, y el hecho que, enseguida a nuestra llegada a 300 metros de los objetivos, empezó un macizo tiroteo, entre nosotros y un grupo insurgente a 4-500 metros mas al sur, complicó ulteriormente la ejecución.
Moviendo y cubriendo, entramos en la casa designada, cada uno cumpliendo con su tarea y cubriendo su sector o el cuarto asignado.
Parte de mi tare era bonificar y controlar un patio interno, donde parecía haber animales y un pozo.
Allí fue que me enfrenté a lo que no podía imaginarme, y por la única vez en 12 años de operaciones especiales, mi cerebro, se congeló, por un momento inconmensurable, pareció eterno, pero de verdad duró menos de un respiro.
Eran aproximativamente las 03:00 am, y frente a mí, tomando agua del pozo, una mujer de posiblemente 25-30 años, con una barriga hermosamente grande que indicaba no faltar mucho a la llegada de una nueva vida.
No se decir si mi mente corrió a miles de kilómetros, donde mi esposa estaba durmiendo con la hija, que casi no me conocía, o, simplemente, viendo las manos vacías (de armas) de la persona en mi sector, mi cerebro acelerado se preguntó que estaba haciendo una persona, tranquilamente tomando agua en el medio de un tiroteo nocturno.

Seguidamente a la fracción de segundo mas larga de la historia, la operación continuó sin particulares problemas, y después de un tiempo mínimo de permanencia adentro de esas casas, nos fuimos.

Desde ese evento, no faltó mucho tiempo para regresar a la casa.

Allí fue que viví la experiencia de estrés postraumático, de la cual solo había leído o escuchado indirectamente algo.
En mi caso no fueron tantas las pesadillas, sí, me demoraba para coger sueño, y a veces me despertaba, pero lo que me afectó en forma violenta era la incapacidad de hablar y comunicar con mis queridos, sobre todo con mi esposa.

Individualmente no podía entender lo que estaba pasando, ahora me parece bastante claro, y de pronto natural, pero en esa época no tenia idea de lo que estaba pasándome.
A sumarse a mis problemas, era la época de navidad y año nuevo. Las pólvoras nunca me llamaron la atención, pero ese año, puedo decir de haberla odiadas. Cada grito de niños en la calle, cada pequeña explosión me hacia saltar y sudar frío.
En final, mi hija, que tenias apenas unos meses, no quería ser cargada ni tocada de mí. Reacción puramente instintiva y natural, no me conocía, y la única persona en que podía confiar y buscar refugio era su madre. Pero esto también se sumaba a todo lo que me estaba cargando.

¿Como superé esta fase?
Después de un par de semanas, en la casa, mi esposa empezó a hablarme e a investigar sobre lo que me estaba ocurriendo. Gracias a su calor y su apoyo, pude empezar a explicarle lo que había vivido, y gracias a ella pude empezar a metabolizar los eventos de los últimos meses.
A pensarlo después de años es todavía increíble, que ella, mujer que quedó sola por meses, a encargarse de todo, inclusive la nueva vida de la cual fue única responsable por un tiempo, viviendo una condición de estrés (no postraumático, si no postparto), tubo la energía vital de cuidarme y sacarme de lo que podía ser una reacción a cadena destructiva.
Una vez más, soy agradecido a ella, para haberme permitido de superar unos y unos más, momentos increíbles de mi fantástica vida.

Este es la que considero mi experiencia mas dura relativamente a el estrés postraumático. Me considero extremamente afortunado al haber superado un problema tan complejo sin ayuda de especialistas. Desafortunadamente no es así para todos.
El PTSD es una plaga viva y devastadora, y no solo para militares.
El paso más importante que se pueda hacer es auto sensibilizarse, darse cuenta de que algo está pasando, que mis reacciones a el ordinario ya no son la de siempre. Y de allí buscar ayuda, un soporte, porque salir de eso solo no es siempre posible.

En seguida seria importante poder contar con el apoyo social y psicológico de la organización. En nuestro caso, tristemente no es así. En las fuerzas armadas italianas y hasta mas en la comunidad de las operaciones especiales, el soporte psicológico está interpretado como una debilidad, como un gasto de tiempo.

¿Entonces?
Creo que lo que queda es contar en el apoyo de los camaradas y de los queridos, pero, esta seguramente no es la solución perfecta, ni la mas segura.

Álbum fotográfico: MONTAÑA

Álbum fotográfico: MONTAÑA

  • Alpinismo, una de las actividades que mas me gusta, escalada, alpinismo, esquí, invierno, verano...todo lo que tiene relación con la montaña.

SOF - Fuerzas Especiales: Entrenamiento técnico de alpinismo en los Alpes Italianos






  • Esquí-alpinismo. Esta foto fue tomada al terminar un entrenamiento de Reconocimiento Especial (Special Reconissance) de destacamento operativo, esperando el helicóptero para la extracción. Un total de 5 días y 5 noches en los Alpes. Todo lo necesario para vivir y cumplir la misión el operador tiene que cargarlo. Desplazamiento oculto nocturno con los esquíes, descanso táctico diurno, escondidos en el bosque, lejos de cualquiera fuente humana. Actividad de observación y recopilación de informaciones, tomas de fotos y vídeos y envío al cuartel.
Una de las actividades mas completa y dura para un equipo de fuerzas especiales, y también debilitante para el cuerpo. Al termino de la semana, todos sufrimos de algún dolor al cuerpo, yo sufrí bastante a los brazos. El cargar la mochila por todo ese tiempo, me causo un sufrimiento tempraneo a los nervios de los hombros, y consecuentemente, apenas me acostaba, empezaba el "hormiguero" a los brazos, no dejándome dormir. Solución: por cuatro noches me tocó dormir sentado.


SOF - Fuerzas Especiales: entrenamiento táctico en alta cuota en los Alpes Italianos. El gorro es un "pacol" el típico gorro de lana Afgano.

Definición: FUERZA ESPECIAL


Desde que dejé mi trabajo, y me siento más libre de contar la verdad sobre lo que yo hacía, muchas veces, sobre todo personas comunes, me han preguntado:

<<Que quiere decir ser un OPERADOR de las fuerzas especiales?>>

<< Que diferencia hay entre un soldado “normal” y un OPERADOR?>>

<<Que tienen de tan especial estas unidades?>>

Todas estas son pregunta legitimas para una persona que no cosca el medio militar. La verdad, recién llegado al mundo civil, me parecía muy raro que alguien pudiera desconocer este tema, pero la realidad es que es “normal” no conocer las respuestas a esas preguntas. En final una de las características intrínsecas de una unidad especial es la confidencialidad, y operar en forma oculta, sin publicar lo que se hace y como se hace.

De igual manera, al sorprenderme que alguien me hiciera esta pregunta, me salía difícil explicarlo en palabras sencillas, y sin parecer una mezcla entre Rambo y Jason Bourne.

Realicé que la definición oficial de OTAN – NATO es demasiado articulada.

Primero, la definición es para SOF (Special Operations Forces), ósea Fuerzas para Operaciones Especiales. La definición Fuerza Especial, no existe oficialmente adentro de la OTAN – NATO, es una nomenclatura de EE. UU., exactamente son las unidades conocida como Boinas Verdes del ejército, o Green Berets, que, gracias a una reforma de la organización militar, relativamente reciente, recibieron este nombre oficial. Desde entonces, todas las demás SOF de EE. UU. no se pueden llamar Fuerza Especial.
Según OTAN – NATO, entonces, las SOF son unidades altamente seleccionadas, entrenadas y equipadas, que tienen que ser avilés de planificar, preparar y ejecutar, en cualquier tipo de ambiente (montaña, ártico, silvestre, desértico, marítimo, …), las 3 operaciones:

·          *DIRECT ACTION: acción directa, es una actividad ofensiva contra un objetivo individual o múltiple, puede ser una(s) persona(s) o un objeto, puede prever la neutralización/destrucción/inhabilitación o la captura-secuestro.
·    *SPECIAL RECONISSANCE: reconocimiento especial, es una actividad en territorio no controlado por el amigo y tiene como objetivo la recopilación de informaciones en manera oculta.
·        *MILITARY ASSISTANCE: asistencia militar, es una actividad de suporte a una fuerza militar, paramilitar o civil (guerrilla) en un país ajeno. De todas las operaciones es la mas articulada y compleja, necesita una planificación a largo plazo y una integración con fuerzas convencionales y, según el caso, también con fuerzas u organizaciones civiles.

La característica mas importante para que una unidad militar se pueda definir SOF es la importancia del objetivo que se tiene que alcanzar. Por ejemplo, cualquiera unidad militar tiene que saber atacar el enemigo, lo que una SOF (supuestamente) hace, es atacar solamente objetivos de valor ESTRATEGICO, dejando los de valor más bajo a las fuerzas convencionales.



Para simplificar, aprendí a explicar que una fuerza especial es una unidad super entrenada y equipada que anda a ejecutar operaciones donde los demás no pueden o no alcanzan.



Par mí hay otra definición, extremamente personal, dependiente de lo que yo tuve la oportunidad de vivir en primera persona por 14 años.
La unidad de fuerza especial a la cual yo pertenecí por todo este tiempo, el 9eno Regimiento Paracaidistas de Asalto "Col Moschin" en italiano: 9° Reggimento Paracadutisti d'Assalto "Col Moschin", y mas en el detalle, mi compañía operativa y mi destacamento operativo, han sido un grupo de hermanos nacidos de diferentes mamas, listos y felices de sacrificarse uno por el otro, siempre disponibles, con una buena carga de cinismo y casi siempre con caracteres difíciles, pero unidos de un inmenso espíritu de hacer actividades que para la mayoría de las personas serian inimaginables.

Hace años, un compañero de mi destacamento, antes de retirarse, dijo: “lo que rende especial esta unidad no son los procedimientos tácticos, los equipos o las armas, son simplemente las personas que cada día se unen para hacer lo que es casi imposible”. Esta es la definición, no doctrinal ni formal, pero de corazón de lo que es, y lo que representa una unidad de fuerzas especial, mejor, mi unidad, el “nono”.

La despedida


<<Que es lo que te lleva a dejar el trabajo, no, mejor dicho, la profesión de tu vida?>>

Después de mi despedida del "nono" 9eno Regimiento Paracaidistas de Asalto "Col Moschin" en italiano: 9° Reggimento Paracadutisti d'Assalto "Col Moschin", es una pregunta que se me ocurrió frecuentemente.

La verdad es que yo he considerado, y ahora que se acabó, lo considero hasta mas, la profesión del operador de Fuerza Especial, como el mejor cargo que un militar pueda elegir por si mismo, y en mi caso especifico, la profesión de mis sueños.
Cierto es que requiere hartos sacrificios personales, familiares y no últimos físicos. Les voy a explicar que entiendo con estos tres puntos.

PERSONAL
La vida personal desde que un militar se vuelva operador cambia mucho, y muy rápidamente. Por ejemplo, hasta que yo acabara con mi encargo, casi nadie, ni amigos de infancia, ni familiares, sabían donde estaba y lo que hacia en mi trabajo. Todo el mundo sabia que yo era un suboficial de los paracaidistas...así como hay muchos, y lo que hacen no es cierto un secreto, algunos son comandantes de pelotón, otros son técnicos de algunas especialización, de vez en cuando les tocan entrenamientos en Italia o al exterior, y de pronto, cada 3, 4 o hasta 5 años les puede tocar una misión operativa al exterior.

Y para un operador de fuerza especial?
en mi caso (que es el promedio, ni nada mas ni nada menos de los demás compañeros), la rutina anual era de una misión de 4 meses al exterior, unas semanas de entrenamiento afuera de mi sede, por ejemplo montaña, sesiones intensivas de tiro en algunas áreas lejanas, entrenamiento avanzado de paracaidismo de caída libre, etc. etc...., y mucha veces (la verdad casi siempre por mi propia voluntad) cursos de especialización, casi siempre al exterior.
Haciendo un promedio entre 5 y 8 meses al año yo estaba lejos de mi casa...y de mi familia.
Atención, no estoy contando todo esto con resentimiento, ni pesar, simplemente son hechos objetivos de lo que yo, voluntariamente, hice por 12 años.

FAMILIAR
Leyendo el punto anterior, creo que sea suficientemente claro porque la vida familiar se ha encontrado afectada por mi trabajo.
En mi experiencia puedo confirmar que es cierto lo que se cuenta en el medio militar al redor del mundo: "las unidades de fuerzas especiales tienen un porcentaje de separaciones y divorcios entre las filas de los operadores mas alta que cualquier otro reparto militar". En verdad no es siempre y solo culpa de la rutina de un operador, demasiada veces es el mismo, que simplemente no cumple con sus promesas de parejo, traicionando y dejando en segundo (o tercer) plano su esposa o novia. Pero esto es un asunto exclusivamente personal, que no quiero juzgar.
De toda forma es seguro que una esposa o novia sufre todos los sacrificios y hasta mas de su parejo-operador.
Por ejemplo, en mi caso, me pude dar cuenta desde mi primera misión en Afganistán, después apenas un año de casado, que yo si corría riesgos, hacías cosas peligrosas, pero yo siempre sabia si estaba en riesgo, o si estaba en situación (relativamente) tranquila... mi esposa, en Italia, no tenia idea de que momento me estaba pasando, y peor cuando yo tenia que salir por días (hasta 6), y simplemente le decía "hablamos cuando yo pueda"... y ella simplemente se quedaba unos días esperando una llamada, y nunca tenia idea de cuanto me podía demorar y de que estaba haciendo en ese periodo...

La verdad es que no lo entendí inmediatamente, también porque la cabeza de un operador de 27 años, lleno de testosterona y con pura ganas de aplicar al mundo real lo que aprendió en mas de dos años de entrenamiento y formación selectiva, no se concentra en su pareja que está esperándolo en la casa con ansia...pero lo entendí: la parte mas dura, mas estresante del operador de fuerzas especiales, no toca a la persona con el arma en la mano que tumba puertas y caza terroristas, si no a su pareja, que vive por todo el tiempo en la espera de recibir noticias, con la duda que nunca la recibirá de la persona amada, si no de un oficial o de un compañero.

FÍSICO
A veces, con mis compañeros, sobre todo con los mas viejos o lo de mi generación, se contaba el chiste que los años de operador valen como los de los perros.
Efectivamente, la intensidad de los entrenamientos, la cuantiad de actividades, agotan el cuerpo antes de lo que agoten el espíritu.
Parte de este proceso es responsabilidad de uno mismo. Lo típico era que por el miedo de faltar a una actividad "chévere" el operador se descuidaba y ni terminaba el tratamiento o la curo por una lesión vieja.
Yo por ejemplo me llevé por casi 3 años una tendinitis al talón, hasta que decidí de curarme, cuando casi se estaba volviendo crónica. Tuve un periodo en el cual me despertaba por la mañana y por los primeros 5-10 minutos quedaba cojo, cosa que podría ser tolerable por un hombre mayor, después de los 60, no un hombre de apenas 30 años.

Todavía me llevo el peso de los años de operador, dolores a la espalda, un menisco lesionado, una lesión permanente al musculo pectoral (parece que tenga un hueco), calcificaciones varias a los tobillos.

Volviendo a la pregunta inicial:

<<Que es lo que te lleva a dejar el trabajo, no, mejor dicho, la profesión de tu vida?>>

Para mi fue una respuesta muy racional. Poniendo lo bueno, satisfacción personal y profesional, experiencias humanas únicas, y lo malo, ósea los sacrificios que acabo de contar, en una balanza de dos platos, después de mi tiempo, 12 años como operador, el plato de los sacrificios empezó a pesar exageradamente mas de lo de las satisfacciones.

De pronto también porqué en el trascurso de mi carrera viví muchos cambios en el medio profesional, y me di cuenta que las ultimas operaciones que me comandaban a ejecutar, ya no eran las mismas de cuando empecé, y volviéndose mas maduro, para no decir viejo, uno puede observar las situaciones que se le ocurren con un ojo mas critico y objetivo. En final, hablando por extremos, me convencí que el riesgo de mi vida, y la posibilidad de dejar para siempre mi familia, ya no compensaba el trabajo que me estaban pidiendo, por intereses políticos que no condividia.
Esto pero es un tema muy complejo, que de pronto encontrará espacio en un próximo parágrafo de este diario.


El principio


A distancia de casi 18 años tengo sensaciones contrastantes al recuerdo de cuando mi carrera en las Fuerzas Especiales empezó, por un lado, me parece que haya pasado un siglo, por el otro, los recuerdos son tan vivos que parece hubieran pasado solo unos días...

Estuvo al acabarse del 2000, cuando entendí que era lo que quería hacer de "grande".

Tenía 20 años, y estaba cumpliendo con el servicio militar obligatorio en una unidad de infantería como teniente de "complemento". Era una posición de oficial del más bajo nivel, a la cual podían acceder muchachos que pasaban una selección y un curso de 5 meses. La desventaja era que, como teniente de complemento tocaba cumplir con 15 meses de servicio, cinco de curso y 10 de tarea en el grado, mientras el soldado genérico solo cumplía 10 meses de servicio; la gran ventaja era el sueldo, que para un soldado era casi inexistente y para un oficial era exageradamente bueno, sobre todo se consideramos que cuando empecé tenía 19 años.
En este periodo, adentro del Ejercito, empecé a conocer una realidad nueva y compleja. Empecé a conocer muchas variedades de especializaciones y tareas que se podían ejecutar en ese medio, y sobre todo conocí (indirectamente) que eran las Fuerzas Especiales, y que era lo que (supuestamente) hacían.

Fue entonces, en una base militar en el norte occidente de Italia, que decidí que mi objetivo era entrar en el "nono", y más importante, volverme INCURSORE (la califica de operador de fuerza especial, literalmente incursor, asaltador)

El "nono", oficialmente el 9eno Regimiento Paracaidistas de Asalto "Col Moschin" en italiano: 9° Reggimento Paracadutisti d'Assalto "Col Moschin", al época, era uno de los regimiento de la Brigada Paracaidista del Ejercito, la "Folgore", pero desde siempre conocido como una realidad diferente de las demás unidades, y con una "independencia" peculiar desde la Brigada.

En ese periodo histórico todavía no se hablaba de medio-oriente ni de terrorismo islámico, el 11 de septiembre todavía no había ocurrido...
Lo que se conocía era que en las operaciones OTAN en los Balcanes, los operadores del "nono" habían hecho cosas raras por un militar: ¡trabajaban en grupos de 4-5 personas, independientes y lejos de otras fuerzas amigas, y más increíble, en vestidos civiles y con carros civiles!
Sobre lo que ellos habían hecho realmente como operaciones tácticas, no se conocía. Como siempre pasa en estos casos, palabras escuchada se vuelven cuentos, cuentos se vuelven historia...y a llegar a legendas no se demoran mucho.

Independientemente de todas las historias sobre las operaciones que yo alcanzaba a escuchar (en esa época internet no era desarrollado), quedé amañando en conocer la preparación que necesitaban tener los operadores. Se hablaba de escalada, esquí, combate con armas, sin armas, tiro, explosivos, buceo y paracaidismo... solo en pensar en la capacitación era suficiente a empujarme hacia la decisión que cambió mi vida. Obviamente, también el pensar de poder conducir operaciones "atrás de las líneas enemigas" era increíble para un muchacho, desde siempre apasionados de armas, de películas de acción y de deportes.

En el principio del 2001, después de tener claro cuál era el objetivo, encontré la forma que más se parecía a mi perfil y a mi personalidad, para alcanzar el sueño: volverme suboficial y acceder a las selecciones para entrar a la formación de "Incursore".
Parece ilógico que desde oficial uno quiera bajarse a suboficial, pero era lo que entendí pertenecerme como posición en la jerarquía militar. En primer lugar, como teniente de complemento, mi servicio vencía y era casi imposible volverse permanente en una categoría, de toda manera considerada de serie "B". Segundo, y más importante el suboficial tenía que seguir un curso de 3 años en una academia, en la cual la formación era mucho más practica y activa, comparándola a los 5 años de la academia de oficiales. Además, la vida operativa de un oficial es muy corta, cuando se vuelva capitán, ya tiene que dejar el arma y coger el lapicero. Así que, cuando casi se me estaba acabando mi servicio, presenté la recuesta para participar al concurso para el "Corso Marescialli dell'Esercito" que se tenía en la "Scuola Sottoufficiale dell'Esercito" en Viterbo, centro de Italia.